SINVIVENCIA ESCOLAR
Puede parecer que hubo un error en el título de este blog, pero no es así; además, me gusta porque hay varias formas de leerlo con implicancias distintas, veamos algunas posibilidades:
- "sinvivencia escolar" es un juego de palabras que nos remite al tema de la Convivencia Escolar y el "estado del arte" de la misma; respecto del cual existe un juicio critico y un abordaje parcial (simplificado) y limitado (empobrecido).
- "sin vivencia escolar" se parece al anterior, pero ese pequeño espacio entre el "sin" y "vivencia" genera un campo semántico muy distinto; se refiere a la falta de vitalidad de los procesos escolares, a la profunda separación entre aprendizaje y vida en los sistemas e instituciones escolares.
- Y el último (aunque Uds. pueden imaginar y co-construir otros significados), es un juego de palabras más abstracto, dice relación con la connivencia, que, según la RAE es la "acción y efecto de confabular o confabularse"; en este caso la "sinvivencia" como eco diluido de "sinnivencia" es la falta de esa confabulación o conspiración (como co-inspiración) para enfrentar un estado de cosas que no es el que debiese ser ni el deseado.
Hoy se habla mucho de convivencia, pero casi todo lo que se conoce por medios masivos tiene un enfoque erróneo, produciendo una asociación instantánea de convivencia escolar con violencia escolar y, por tanto, un abordaje que se centra en los reglamentos, los protocolos y, en el mejor de los casos, del clima escolar (un concepto difuso).
Al reconocer esta relación profunda entre convivencia y aprendizaje (no solo como una cuestión aledaña -clima-), entramos también en un necesario cuestionamiento del rol de la escuela hoy, de como esta ha experimentado e incorporado los necesarios cambios como institución que se derivan de los cambios que ha vivido la sociedad.
Les invitamos a hacerse parte de esta conversación.
Según Maturana, el educar ocurre en el CON-vivir, donde las personas aprenden a vivir de una manera que se configura según el convivir de la comunidad donde viven. Vale decir, que es en el espacio de Con-vivencia donde ocurren los aprendizajes y que estos están determinados en primer lugar por el plano emocional. En otras palabras, el clima emocional que se desarrolla en el aula, sienta la base que definirá el ámbito de la convivencia…
ResponderEliminarLa mayoría de los proyectos educativos institucionales tienen dentro de sus objetivos el desarrollo de la personalidad integral de sus alumnos para que se transformen en actores que aporten a la sociedad de forma práctica. Sin embargo, no muchos de estos proyectos tienen como objetivo el desarrollo emocional de los alumnos y que éstos tengan la capacidad de “leer el mundo” en que viven… Más aún, hoy durante la jornada, reflexionaba sobre cuáles son los principios que estamos enseñando a esta generación…principios que orienten sus acciones para vivir en armonía… después de todo, no queremos que se transformen en “personas que saben el precio de todo y el valor de nada” (Wilde)…Lamentablemente, el sistema escolar está diseñado para enseñar la obediencia y la conformidad y evitar que las capacidades naturales del niño se desarrollen (Chomsky)…es donde, y muy de acuerdo con Ud. hablamos de la segunda acepción de SIN vivencia…
¿Qué se puede hacer? Educar emocionalmente tiene como objetivo el desarrollo integral de la personalidad del individuo, entregándole las herramientas y estrategias emocionales que le permitan afrontar consciente los retos y demandas que le plantea la vida cotidiana. En otras palabras “formar para la vida”. Debemos abandonar el paradigma de educación solo como entrega de conocimientos. Primero sentimos y luego aprendemos, primero convivimos, luego aprendemos…o como leí en un artículo suyo: “Convivencia y aprendizaje se interrelacionan y generan un ámbito de relaciones e implicancias complejas y ricas”. No seamos como algunos médicos que se preocupan de la salud, pero no ven al paciente o como aquel profesor que pasa contenidos pero no ve a sus alumnos… Si vamos enseñar a través de las emociones, que no sea sólo porque son determinantes en los aprendizajes cognitivos, sino también porque son importantes per se. Debemos comenzar por nosotros mismos, si hay “cambios en el profesor, (habrá) cambios en el alumno” solo así, lograremos ambientes educativos positivos, afectivos y efectivos… gratos y estimulantes… y es muy probable que los resultados se manifestarán en una sana CON-VIVENCIA.
Valeska Escobar P
Alumna Magíster en Creación de Ambientes propicios para el Aprendizaje
Prom. 2012
http://www.creadess.org/index.php/informate/de-interes/articulos-de-opinion/20555-la-educacion-que-tenemos-roba-a-los-jovenes-la-conciencia-el-tiempo-y-la-vida
ResponderEliminarValeska, acompaño tu mirada, es necesario que los actuales sistemas reconozcan la importancia de la visibilidad del ser, su hacer y sus emociones, Humberto Maturana lo reafirma diciendo "No podemos hablar de nada externo a nuestro vivir y convivir, porque todo lo que hablamos surge en las coordinaciones de coordinaciones de haceres y emociones en nuestro operar en nuestro con vivir en el lenguajear", las emociones nos permiten fluir en el día a día transformando el hacer en algo grato o ingrato a los ojos nuestros como a los ojos de con quienes "con vivimos". GIOVANNA ARACENA ESTAY
ResponderEliminar