domingo, 2 de octubre de 2016

¿QUE ES DISCIPLINA? Aproximación a una apropiación del concepto en la práctica pedagógica.

Algunas cuestiones necesarias en torno a la pregunta
¿QUE ES DISCIPLINA?

Un tema constante en las escuelas hoy es la disciplina,
como lograrla y mantenerla, así como de que forma y con que herramientas
podemos enfrentar la indisciplina o eventos disruptivos en los
procesos de aprendizaje.

Sin embargo, este tema se ha visto "contaminado" por el concepto de
CONVIVENCIA que impera en a sociedad en general y más específicamente
en el ámbito escolar, concepto que se ha vinculado de forma casi ineludible,
al punto de la fusión (confusión) con la violencia escolar, viniendo a ser
CONVIVENCIA ESCOLAR = VIOLENCIA ESCOLAR.




DOCUMENTO
En este documento encontramos dos definiciones de DISCIPLINA,
¿Qué tienen en común? ¿Cuáles son sus diferencias?
Te proponemos construir una opinión personal y suscribir una de estas
definiciones o construir una propia a partir de estas.


Ángel Bustos y Patricio Calderón
Universidad de Playa Ancha
Cecilia Banz
Valoras UC


VIDEOS
Seminario 
"La inclusión me incluye:
hacia una disciplina formativa en la escuela"



Presentación Superintendente de Educación
(Alexis Ramirez)

Presentación OEI (Carolina Hirmas)

Presentaciòn Valoras UC (Isidora Mena)

Presentación ACHNU (Francis Valderde)

Presentación Humberto Maturana






23 comentarios:

  1. La disciplina la entiendo como “la capacidad que desarrollan las comunidades educativas y las personas que la conforman para vivir y co-construir con otros, en un marco de confianza, participación, respeto y valor por la diversidad”
    Es una convivencia basada en una “cultura de Buen Trato”, donde los establecimientos educativos se constituyen en ambientes estimulantes, de convivencia pacífica y valoración de la diversidad, y donde los equipos se preocupan de desarrollar estrategias de autocuidado personal y grupal.
    La disciplina en los niños y niñas más pequeños se debe ir desarrollando a través de las normas y límites. La crianza implica satisfacer las necesidades básicas de los niños, darles protección, amor y también establecer normas y límites claros, para que se desarrollen seguros y confiados.
    Cuando los adultos asumen una figura protectora, de autoridad clara, firme y cariñosa, los niños se sienten queridos, protegidos y seguros, pues saben qué se espera de ellos y saben cómo deben actuar frente a diversas situaciones. Además cuando los niños conocen y comprenden normas básicas, sabrán cuidarse mejor a sí mismos, a su medio ambiente y a los demás, lo que a futuro significará que aprenderán a regularse y organizarse sin la presencia de un adulto.
    El aprendizaje de las normas es un proceso gradual y su incorporación no es fácil. Los niños no siempre tienen conciencia de las consecuencias de lo que realizan ni de las implicancias para los otros (pues les cuesta ponerse en su lugar). Además, los niños y niñas necesitan reafirmar su identidad y ello implica diferenciarse de la autoridad, a veces contradiciéndola y no haciéndole caso.
    Es importante considerar ciertas características generales al establecer normas:
    Plantearlas de forma clara y concreta, especificando qué se espera que hagan. Por ejemplo, es muy ambiguo pedir a un niño pórtate bien; en cambio, es mucho más claro señalar lo que esperamos: después de comer debes lavarte los dientes.
    Plantear las normas y límites de forma propositiva. Así se orienta al niño y a la niña cómo actuar, en vez de decirles lo que no deben hacer. Por ejemplo, en vez de pedirles no corran, decir caminen al lado mío.
    Analizar las normas que se consideran más importantes, para poner énfasis en ellas y luego introducir otras nuevas.
    Establecer las normas con anterioridad con los niños y recordárselas cada vez que sea necesario. Por ejemplo, si van a jugar, dígales que deben ordenar los juguetes al finalizar, ya que si no, la sala quedará desordenada.
    Establecer normas básicas gradualmente, sin sobredemandar a niñas y niños con una excesiva cantidad de ellas, pues se agobian y confunden.
    Explicarles el porqué de lo que se les pide y las consecuencias si no lo cumplen. Por ejemplo: no te mojes porque te puedes resfriar, te vas a sentir mal, vas a tener que quedarte en cama.
    Acordar las normas y límites previamente entre los adultos responsables del niño, con el fin de que todos las exijan del mismo modo.
    Felicitarlos por sus logros, preferentemente con refuerzos afectivos, verbales y gestuales en vez de materiales (como dulces), para no generar dependencia a este tipo de recompensa.
    Ser consistentes: hacer lo que se dice y decir lo que se hace.

    Johanna Arancibia Gonzalez
    Educadora de Parvulos
    Orientadora Educacional, Vocacional y Laboral

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    1. me gusto mucho lo que dices en un Parrafo: "El aprendizaje de las normas es un proceso gradual y su incorporación no es fácil. Los niños no siempre tienen conciencia de las consecuencias de lo que realizan ni de las implicancias para los otros (pues les cuesta ponerse en su lugar). Además, los niños y niñas necesitan reafirmar su identidad y ello implica diferenciarse de la autoridad, a veces contradiciéndola y no haciéndole caso."
      lo encuentro interesante ya que como tu dices las normas disciplinarias es un aprendizaje, aquí la actitud de la educadora debe ser paciente, tolerancia y con mucho Amor para enseñar y para comprender el proceso de aprendizaje del niño/a. Ya que a esta edad (2 a 4 años)por una necesidad biología los niños tienden a desobedecer las reglas descubriendo así su autonomía. Mucho Amor y verdadera Vocación debe tener el Adulto. Me gusto tu comentario. Cariños

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    2. Creo que hay un quiebre entre el primer párrafo donde se marca una perspectiva para el concepto de DISCIPLINA y luego se concentra en las normas; es cierto que aborda varias cuestiones y el abordaje de las normas es enriquecido con un conjunto de consideraciones, pero me resulta un poco "sorprendente" en relación al enunciado inicial.

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  2. La disciplina para mi tiene dos visiones y puede interpretarse de forma positiva y negativa a la vez. De forma positiva porque es fundamental para el aprendizaje y la vida: mientras más usamos nuestra disciplina interna para aprender algo, más conocimientos obtendremos en ello; y de forma negativa cuando es usada como arma para lograr el orden en una sala de clases, invitando al alumnado a actuar mecánicamente, pues al no mantenerse la disciplina y el orden existen sanciones y castigos de diversas magnitudes.
    La Rae define la disciplina como: “Doctrina, instrucción de una persona, especialmente en lo moral”. Otra definición es: “Instrumento, hecho ordinariamente de cáñamo, con varios ramales, cuyos extremos o canelones son más gruesos, y que sirve para azotar. La disciplina entonces, y podemos hacer la comparación con lo que mencioné al comenzar, puede conducirnos al aprendizaje o verse como un hecho violeto que nos azota y nos confunde.
    Pero, ¿cómo se unen ambas visiones de la disciplina sin dañar su esencia? ¿Se da el espacio en las escuelas para que esta nazca de un trabajo conjunto entre los profesores y el alumnado? ¿Le damos el espacio a nuestros niños para conocer, construir y respetar las reglas a través del conocimiento, la experiencia y no de una forma automática-robótica?
    Es claro que cada escuela y cada curso tiene diferentes tipos de personas, inteligencias, temperamentos, personalidades, habilidades, capacidades de escucha, etc, entonces ¿cómo llegamos a un consenso? El texto “La disciplina como proceso formativo” menciona: “la disciplina es hoy en día un hecho problemático” y con justa razón, los tiempos han cambiado y debemos luchar para que la disciplina como orden subjetiva y hasta a veces irreal, evolucione a un estado mas equilibrado, pues, mientras menos se muevan los alumnos en sus puestos, mejor es considerada la disciplina en el aula; mientras menos ruido hay en la sala, mejor es el dominio del grupo por parte de profesor.
    Creo que, como menciona Johanna, este es un trabajo en equipo entre el hogar y la escuela y entre el profesorado y el alumnado. La entrega de normas y límites saludables es fundamental, recordando que se debe permitir un margen de error en los estudiantes, sabiendo ellos que al cumplir o no cumplir estas normas experimentarán consecuencias. La anticipación de la información reduce el estrés y la ansiedad de los deberes impuestos, por eso es importante que las normas y las reglas estén organizadas y sean simples y claras. Todos estos acuerdos hechos en conjunto y basados en el amor pueden llevar a un curso a estado de disciplina con entendimiento basada en el respeto de los individuos de acuerdo a sus capacidades, y habilidades.
    Tal vez, la clave máxima es aprender a “pensar disciplinadamente” más que ejercer la disciplina desde afuera, impuesta, debería ser un proceso de adentro hacia fuera, orgánico, que nace y se desarrolla.

    Cristina Alarcón R.
    Profesora de Música y vocal coach.

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    1. Creo que has logrado reflejar dos polos en la gama de posibilidades de definir la DISCIPLINA, pero lo más interesante es la utilización tanto de las definiciones como de las imágenes que evocan esas definiciones. FELICITACIONES

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  3. Durante la lectura de los textos “la disciplina como proceso formativo” (Banz, 2008) y “La disciplina” (Bustos y Calderón, 2006); se puede apreciar la amplitud de concepciones que tiene el término disciplina en la escuela, las cuales en su generalidad hacen mención a los ambientes de respeto, relaciones interpersonales sanas y reconocimiento del otro.

    En los contextos de encierro (se entiende de contexto o medio cerrado un espacio carcelario en forma y fondo, un sistema que aísla al sujeto para su corrección y que lo vigila permanentemente con el objetivo de cambiar su conducta), realidad que observo día a día, es posible apreciar otra concepción de disciplina relacionada con la autoridad y el poder impuesto; es por esto que me es necesario añadir una definición más, Foucault en su libro “Vigilar y castigar: Nacimiento de la prisión” (2002) plantea que la disciplina es una forma de ejercer poder sobre otro para la remoción o buen encauzamiento de una conducta.

    Entonces, ¿cómo un organismo como la escuela puede aunar la concepción democrática de disciplina en un entorno que es inherentemente autoritario, vigilante y castigador con la conducta de una persona?

    Al intentar responder esta pregunta, aparece en mi mente la palabra cultura y como esta es un factor que incide directamente en la disciplina.

    Se entiende entonces, que una escuela inserta en un medio cerrado se ve empapada de manera involuntaria y permanente de una cultura que se contradice con lo que existe convenido socialmente. Es por esto, que este tipo de instituciones escolares debe trabajar permanentemente con esta cultura de manera que sea posible la promoción y desarrollo de habilidades que propicien lo planteado por Banz (2008): “se requiere una nueva cultura escolar, un cambio en las concepciones compartidas y formas de proceder, que permitan construir la disciplina que se requiere para cumplir con las nuevas necesidades y objetivos que desafían a la escuela” (p. 2), lo anterior debe ser evidenciado y ejecutado a partir del reconocimiento de las experiencias e historias de vida de los estudiantes como también mediante las prácticas docentes que contribuyan a la reflexión y al buen trato en la comunidad. En este sentido, si la cultura, los estudiantes y la didáctica es dinámica, por qué no debería cambiar la concepción de disciplina o los procedimientos de sanción frente a un hecho de conflicto en la escuela.

    Desde lo personal entiendo que la disciplina debe ser una forma de vincularnos con nuestro entorno o comunidad educativa, a partir de acuerdos establecidos en conjunto (es decir, que se definan de manera participativa y democrática) y que a su vez sean compartidos por todos los miembros de la comunidad, propiciando con ello un compromiso con cada uno de los procesos que se generan en ella. Lo anterior, obtiene como consecuencia el desarrollo de habilidades y tal como menciona Cristina estos procedimientos permiten que los miembros de la comunidad educativa reduzcan sus niveles de ansiedad; los y las profesoras sabrán como anticiparse a cualquier situación de conflicto y los estudiantes tendrán claros los límites para el establecimiento de relaciones saludables y respetuosas con su entorno.

    En los centros cerrados, la escuela debe tener la misión de mostrar nuevas formas de relación, nuevas formas de disciplina, que se diferencien de lo que imponen los centros de control de la conducta, que puedan mostrar nuevos aspectos de la vida y que les permita desarrollarse de forma plena, libre y sobre todo respetuosamente.


    Digna Caneo G.
    Profesora de Educación Básica.

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    1. Introducir la variable CULTURA como un factor relevante y también necesario de considerar al momento de reconocer cual es el concepto de DISCIPLINA que ha tomado forma en una u otra comunidad me parece un aporte muy interesante a la discusión a cerca de este tema y, por otro lado, nos pone en el debate y reflexión que abre la formulación de un Plan de Formación Ciudadana en cada escuela, no como una acción sino como una reflexión para reconocernos e imaginarnos como tal; en ello, la disciplina puede ser una manifestación de dicha cultura o una tensión con ella.

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  4. Relaciono la disciplina como una habilidad a desarrollar en cada ser humano, es decir como algo no estático, sino como algo dinámico,y es dinámico porque, como ya se ha dicho, debe ser representativa y construida en conjunto a la comunidad educativa en su totalidad; han de ser debatidos los puntos y llegar a acuerdos que propicien el bienestar de la misma, y que este sea con un sentido consciente.
    Si algo ha quedado claro es que la disciplina no debe imponerse desde un externo, con medidas de supervisión que se orientan a lo punitivo más que a lo formativo. Es quizás por esta razón que se produce el choque de dos entendimientos o paradigmas diferentes: entre el dinamismo imperante (puesto que la escuela constantemente va cambiando sus integrantes y junto con ello cambian las concepciones personales de la disciplina) y , con lo estático de los equipos directivo y/o pedagógicos que no alcanzan, quizás, a visualizar este dinamismo; es por eso que nos encontramos como dice Cecilia Banz, aplicando reglamentos violentos y hasta humillantes, en lugar de ponernos de acuerdo y caminar junto a este proceso dinámico, que como todo proceso social no se detiene, va cambiando según vamos evolucionando, y como un artista o un deportista ensayan una y otra vez sus disciplinas hasta obtener el resultado esperado; asimismo debemos ensayar, conversar, escribir, borrar, y re escribir cuántas veces sea necesario cómo vamos a entender la disciplina en cada establecimiento, y desde ahí hacer comunidad.

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    1. No puedo negar que el foco en las habilidades me hace mucho sentido al hablar de DISCIPLINA ya que nos ubica exactamente en el punto educativo que es propio de la escuela; pero creo que esta perspectiva se enriquece con la noción de "dinámico" o, como puede deducirse del resto del comentario como algo móvil ya que está en construcción o, más bien, co-construcción.

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  5. La DISCIPLINA, la primera vez que escuche este concepto y que comprendí su significado fue en la enseñanza media, los profesores lo daban a entender como orden, limpieza, quietos, callados y obedientes, ser alumnos modelos. Hace poco, en un módulo de Magister, leyendo un libro encontré una definición que cambio mi definición errónea del concepto y que me gustó mucho, según el libro Desaprender la violencia, un nuevo desafío educativo de Alejandro castro: “La disciplina no es otra que el fundamento necesario para una convivencia feliz. Las normas disciplinarias vienen a ser algo así como las reglas del juego, los acuerdos explícitos que representan los valores de una cultura que la comunidad educativa se propone inculcar en los alumnos, para que la convivencia sea posible.” (pág. 45) El objetivo de la disciplina no es sancionar al alumnos cuando realiza alguna acción equivocada, como lo hacen muchos colegas, desde la suspensión hasta la expulsión del alumnos en el colegio, sino el propósito principal es recordar, animar y garantizar el trabajo en equipo y colaborativo con el fin de cumplir con los derechos y deberes que todos poseemos con igualdad de trato y consideración.
    Leyendo algunos comentarios de mis compañeras apoyo que las normas de las disciplinas deben ser claras y que tanto el adulto debe aplicarlas para dar ejemplo a seguir para los estudiantes, verificar que la información realmente se está recibiendo bien y que la otra persona podrá aplicar. Al aplicar la disciplina ha de ser con Firmeza y Ternura, preocupándose por realizar un seguimiento en el crecimiento del alumno y saber cómo está recibiendo las normas, dándole a entender siempre con gestos, cariños y diálogos que la disciplina es la base para alcanzar las metas.

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    1. Si bien también nos lleva a la correlación DISCIPLINA-normas, aquí hace una inflexión al ubicarla en el ámbito de la construcción de la convivencia.

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  6. Antes de acceder a la formación docente, solía entender y asumir la disciplina como una imposición de otro en mí, en contexto escolar se nos hablaba de disciplina y del reglamento, siendo un legado lejano, del cual no teníamos ninguna pertenencia, pero que debíamos obedecer sin cuestionamientos, lo cual no dicta mucho del origen epistemológico de la palabra, ya que proviene del latín “discipulus” y significa imponer un orden necesario para poder llevar a cabo un aprendizaje. En este sentido la lectura que me permito hacer sobre como mis formadores entendían la disciplina es que obedece a un establecimiento tradicionalista, con más de 100 años de existencia, que pretendían educar a jóvenes del siglo XXI, como lo hacían antaño, ya que quizás tenían claridad sobre los objetivos que pretendían lograr en nosotros, pero el modo y la metodología estaban descontextualizados a nuestras necesidades, siguiendo esa lógica me hace sentido lo expuesto por Cecilia Banz (2008), quien señala la necesidad de cambiar las culturas escolares, debido a que los estudiantes son más conscientes de sus derechos, otras variables como la no selección y Ley de inclusión, nos llevan a problematizar estas situaciones, para como escuela hacernos cargo y no simplemente segregar al estudiante que presente alguna dificultad ante estructuras rígidas para disciplinar.
    Hoy como profesora, me hago consiente de la necesidad que existe de entender la disciplina como un elemento necesario, pero re-significado y liberado de nuestros antiguos esquemas de proceder, en este sentido y siguiendo la línea de Banz (2008) disciplina se podría entender como el cumplimiento del rol que cada uno de los actores tienen en el contexto de una comunidad organizada. Cada actor, al adherir a los objetivos de la comunidad, tiene responsabilidades que cumplir y de las que dar cuenta a los demás. Complemento a ello no se debe dejar de considerar como referencia a Montessori (1948), quien señala “llamamos disciplinado a un individuo que es dueño de sí, y que puede por lo tanto, disponer de si mismo cuando sea preciso seguir una línea de conducta”, “los límites sirven para ayudar al niño a ordenar su mente y facilitarle la comprensión de las cosas que lo rodean”.
    Cabe destacar que para disciplinar a los estudiantes debemos tener en consideración, que no es necesario solo redactar un manual de convivencia plagado de buenas intenciones, sino que también trabajar otros elementos desde el currículum y la convivencia, que propicien al individuo la oportunidad de educarse como ser social, es decir, incluir y considerar el desarrollo emocional como parte del proceso, instancias que potencien el funcionamiento ejecutivo, potenciar su autoestima y autonomía y dar una sólida base valórica que les permita de este modo ajustar y adecuar su conducta, esto acorde a lo que él mismo altruistamente se plantee y a lo que su comunidad espera de sí.
    El desafío que me planteo actualmente, es brindar los apoyos necesarios para que los estudiantes puedan disciplinarse, entendiendo que esta formación tiene que considerarlos como aprendices activos, capaces de regular sus emociones, auto-controlarse y capaces de establecer relaciones armoniosas e inclusivas con su entorno, un referente claro para ello es Freire (1970) quien señala: “para que haya disciplina es preciso que exista libertad, cuando nosotros respetemos a la persona independientemente de su sexo, color o cultura estaremos forjando en nosotros mismos la disciplina intelectual, La disciplina juega un papel importante para que el aprendizaje pueda alcanzar su mayor éxito.
    Romy Calderón
    EDI

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    1. Romy creo lo mismo, creo que el gran desafío que nosotros los docentes es brindar el apoyo necesario a los estudiantes para puedan disciplinarse de manera correcta y luchar para que la cultura escolar de las duras sanciones se vayan disminuyendo,y que busquemos juntos con todo el cuerpo directivo la mejora de las disciplinas conductuales de los alumnos, sobretodo de los Establecimientos con un alto indice de vulnerabilidad.

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    2. De tu post podemos reconcoer que la dimensión escolar como ámbito de relaciones en el aprendizaje es un espacio complejo y, por tanto, la DISCIPLINA interpela y es interpelada por una diversidad de variables, convirtiéndose tanto en resultante como en factor propiciador de lo que ocurre en la escuela; lo que más me resultó interesante fue la apropiación como interpelación a ti misma en este desafío.

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  7. Antes de leer las hojas entendía por disciplina que era parte de nuestra formación profesional en el ámbito docente, y también la relacionaba con la parte conductual de una personas,las relaciones interpersonales que tienen nuestros alumnos dentro y fuera del aula.
    Mediante la lectura me di cuenta que no estaba tan perdida en lo que significaba,creo que si nuestros estudiantes o la ciudadanía mejorara la cultura escolar como aconsejando a cada uno ellos de sus propios actos y no reprochándoselos imponiéndoles una dura sanción,sino mas bien escuchar y indagar por que el actúa de manera agresiva.Como se explica en el texto "Disciplina" es aquel proceso en el que se lleva progresivamente a todos los estudiantes a compartir objetivos,mirarse como parte de la comunidad, reconocer su rol,sus responsabilidades y el significado de estas,nunca puede ser concebida como un conjunto de sanciones, sino mas bien enseñarles a mejorar muchas de ellas.Mientras mejor sea nuestra disciplina mejor va ser nuestra enseñanza-aprendizaje y a la vez nuestro estudiantes tendrán una forma más activa de ella.
    Creo que si nosotros mejoramos sus disciplinas y lo ayudamos a enfrentar ese reto van ha llegar al éxito académico y muy lejano se vera el fracaso escolar.
    Yoselyn Allendes
    Profesora de Matemática y Computación.

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    1. Solo quisiera indicar que la dimensión conductual de las personas y sus relaciones interpersonales no solo se refieren a los estudiantes, pero la más de las veces cuando hablamos de DISCIPLINA pensamos que estamos hablando de ellos.

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  8. Considero que es complejo llegar a un consenso en la definición de disciplina puesto que existe una amplitud de concepciones que se aplican en la escuela, como se nombra en los textos de “la disciplina como proceso formativo” (Banz, 2008) y “La disciplina” (Bustos y Calderón, 2006), ambos hacen mención al buen trato interpersonal, a la creación de ambientes de respeto. Sin embargo es difícil llevar a la práctica ya que muchas veces las instituciones se quedan en la teoría y al llevar al aula, la costumbre de realizar castigos en donde se humilla al alumno pesa más que la innovación.
    En mi contexto educativo y centrándonos en la educación parvularia la disciplina es importante siempre y cuando se enmarque en el respeto mutuo y no de autoridad, donde se cree un ambiente de confianza, puesto que los niños cada día aprenden cosas nuevas y el entorno social lamentablemente los errores los castiga con burlas, por lo tanto me ha sido bastante difícil crear en ellos una auto confianza y además apropiarse de la consigna que “ si no equivocamos no importa, lo hacemos mejor para la próxima vez” o “en esta sala y en nuestras vidas debemos tratarnos con amor”. Si bien ha sido un camino largo, los resultados son evidentes en función a los aprendizajes ya que en un clima de confianza y respeto en donde la disciplina se transforma en un dialogo constante y no en humillación ni sumisión de los alumnos, hemos logrado avances importantes no solo en contenidos si no en apreciaciones personales, de autoestima y autoconfianza en sus capacidades.

    Pero como lograr contagiar y evidenciar estos resultados a los colegas, es un camino arduo en donde cada día el manifestar los avances, además de demostrar en presentaciones o en visitas el comportamiento académico y actitudinal de los niños, ha hecho que de apoco algunos se vayan cuestionando sus prácticas. Pero lamentablemente los castigos vuelven a surgir, debido a lo arraigado que se encuentra la definición de disciplina como un autoritarismo dentro de la sala de clases.

    Sin embargo el camino es largo pero auspicioso ya que como menciona Banz (2008): “se requiere una nueva cultura escolar, un cambio en las concepciones compartidas y formas de proceder, que permitan construir la disciplina que se requiere para cumplir con las nuevas necesidades y objetivos que desafían a la escuela” (p. 2), y solo falta motivar y no perder la esperanza en nuestros alumnos y principalmente en nuestros colegas ya que somos nosotros los profesores quienes hacemos la escuela y moldeamos a los alumnos. Entonces qué tipo de profesores queremos ser … yo personalmente quiero que me recuerden para bien, que sea una inspiración es su vida, que me recuerden como alguien que creyó en ellos, y más aún cambio el concepto de disciplina en sus vidas que el castigo no es la solución para los problemas de conducta sino más bien el dialogo y por sobretodo el respeto mutuo.

    Espero que así como yo me siento motivada a realizar un cambio en la educación, existan otros docentes y que juntos podamos ser esa luz en medio de la oscura disciplina que se aplica diariamente en los establecimientos, y hacer ese cambio permanente a favor de nuestros estudiantes.

    Claudia Vargas Jorquera
    Educadora de Párvulos

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    1. Es interesante lo que surge de tu post en cuanto al desafío de dialogo profesional en la trayectoria educativa en el cambio de contexto dentro de la propia escuela entre prescolar y Ed. Básica y luego Ed. Media; esto podría decirse son como tres contextos culturales y paradigmaticos distintos; el desafío de construir un concepto y practicas (esto segundo también lo relevas como un desafío) es grande.

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  9. Este es mi secreto... LO ESENCIAL ES INVISIBLE A LOS OJOS.
    Esta frase tantas veces leída en los colegios podría darnos luces de un trabajo formativo intencionado y sistemático que permita a los alumnos una formación afectiva real y significativa.

    NO PUEDO CALLAR LO QUE HE VISTO, OÍDO y VIVIDO... ( Yasna Guzmán Santis)
    En mis 16 años de docencia he podido tener experiencias que me permiten hoy poder contar lo que he visto, oído y vivido.
    Desde mi egreso de la universidad siempre la concepción de disciplina la he escuchado como " Un hecho problemático " del cual los profesores no queremos hacernos cargo, pues significa un desgaste de energías y tiempo valioso para poder llevar a cabo un currículum que exige tener a los alumnos con los contenidos al día.
    Algunas de las frases de las cuales he sido testigo: ¿Para que intervenir si ellos no cambiaran? ¡No te desgastes, si no entienden! , Si su familia lo trata así ¡nosotros nada podemos hacer!, estas y muchas otras frases son parte de lo que a diario se escucha en una sala de profesores, profesores que en su mayoría se han entregado al no intervenir, a no meterse y hacer vista gorda de lo que pasa a su alrededor.
    La pregunta es entonces ¿sabemos los profesores lo que es la disciplina?, ¿ hemos recibido la formación necesaria para poder intervenir, abordar y trabajar la disciplina en contextos escolares diversos?, seguramente la respuesta es no o muy poco y en otros casos será mucho , pero mucho de perfeccionamiento , los profesores somos los profesionales que más se perfeccionan y que más horas de cursos e instrucciones recibimos , el problema es que nada de lo cual somos formados logramos interiorizarlo , no llegamos a la expertiz necesaria para abordar la disciplina y ambientes favorables desde un convencimiento intrínseco y desde la reflexión conjunta para poder tener un seguimiento de acciones concretas que nos lleven a poder aplicar en nuestras aulas. Entonces vuelven los cuestionamientos, mientras en los colegios los niveles de agresiones se elevan a porcentajes impensados, en donde más y más alumnos carecen de empatía , autorregulación formación valórica y no logran compartir en ambientes sanos, no se vinculan, no ven al otro como un legítimo otro.
    En una sociedad cada vez más enferma , en donde el analfabetismo emocional es alto , la única esperanza es poder lograr cambios en educación , si logramos cambiar los paradigmas establecidos con respecto a la disciplina , al conflicto y empezamos a educar desde la emoción , lo afectivo , lo valórico , que es lo único que permitirá un cambio social relevante del cual quizás no seamos testigos, pero que no me cabe duda será la transformación de generaciones que vendrán con nuevas esperanzas y vivencias ricas en formación para la vida , una vida que no es solo después del colegio o la universidad , una vida que se inicia desde antes de nacer , en donde la madre tiene una labor fundamental en cuanto a cuidados , vinculo y apego .
    Quiero volver a la frase con la cual inicie este comentario “Lo esencial es invisible a los ojos”
    Esta frase parece poco aplicable en una sociedad llena de competitividad, en donde el más exitoso tiene acceso a oportunidades que otros sueñan, en donde se sobrevalora la belleza por sobre los valores fundamentales, en donde cada día puedo ofender, herir, juzgar a otros por su apariencia o condición.

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    1. Me gustó mucho la interpelación a ti misma y la reflexión respecto de la tensión entre formación inicial y práctica docente. Claramente la apropiación y co-construcción de un concepto de DISCIPLINA es un desafío y una tarea, primero no carente de dificultades pero, de todos modos, urgente y necesaria. (Solo debo preguntar: ¿Este post es de Johanna o de Yasna?)

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    2. Por el email enviado ya me quedó claro, es de Yasna.

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  10. La disciplina se entiende como un “conjunto de reglas de comportamiento para mantener el orden y la subordinación entre los miembros de un cuerpo o una colectividad en una profesión o en una determinada colectividad” esta definición la relaciono con la palabra obediencia, con lo funcional e importante de la disciplina para la relación ideal que debe existir entre el conquistador y el conquistado, el concepto de disciplina me produce la sensación de imposición, el ver al otro no como un legitimo otro, si no como quien debe ser controlado para que me obedezca. En ninguna definición de la palabra, o por lo menos ninguna encontrada, existe la del conflicto de crear esas normas, solamente existen dos polos, el que crea las normas y quien las obedece, Henry Ford dijo “Nosotros exigimos que nuestros hombres hagan lo que se les diga. Nuestra organización es tan especializada y todas sus partes dependen de las otras de tal modo que es imposible pensar en dejar a nuestros obreros hacer lo que quieran. Sin la más rigurosa disciplina llegaríamos a la confusión más extrema”, la disciplina se utiliza antes que los humanos pudieran escribir y decir la palabra, disciplina según su propia definición es y siempre ha sido una forma de imposición del más fuerte al más débil.
    Como profesora me he visto muchas veces arrastrada a prácticas que no he cuestionado,¡ el guarda silencio!, ¡no comas en la sala!, ¡no escribas con rojo!, rastros de disciplina impuestas y tristemente naturalizadas aun cuando las cuestione.
    Creo que el llamado es no a imponer disciplina si no a crear la llamada “fase cero” crear entre todos acuerdos para que ninguno sea quien deba obedecer sin satisfacer ni cuestionar necesidades que no son propias, “La verdadera disciplina no se impone. Sólo puede venir del interior de nosotros mismos” Dalai Lama


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