lunes, 2 de diciembre de 2013

PCED 2008-2010 y 2011-2013


A principios del año 2008 llegamos al convencimiento, en la SEREMI de Educación de Valparaíso, de que era necesario diseñar e implementar un programa que asumiera los desafíos de la convivencia escolar de forma integral y profunda; así surgió el Programa de Convivencia Escolar Democrática (PCED), concebido a tres años plazo. El programa se fundó en dos constataciones: 1) que está comprobado que la convivencia tiene un importante impacto en los aprendizajes y no es posible implementar estrategias para mejorar los aprendizajes sin incorporar la convivencia como factor esencial para el logro de esas metas; 2) la creciente preocupación de la opinión pública en torno a la convivencia escolar, confundiéndola con la violencia escolar.

Comenzamos haciendo una extensa y profunda revisión de investigaciones y estudios; el conjunto de esta vasta revisión documental, quedó contenido en un DVD, el que luego (al final de la Etapa II -2009-) se convirtió en un DVD doble. Entre este amplio espectro de trabajos, un conjunto de ellos nos proveyó el panorama diagnóstico que se constituyo en línea de base del programa, entre otros, el estudio de UNICEF, el estudio de IDEA, de la Fundación Paz Ciudadana, el trabajo de revisión académica del Centro de Estudios Socioculturales (CESC), varios libros y artículos de la Revista Última Década, todos del Centro de (CIDPA), publicados entre los años 2001 y 2005; las encuestas de Violencia Escolar de la División de Seguridad Pública del Ministerio del Interior; y todos los estudios y publicaciones del Laboratorio Latinoamericano de Evaluación y Calidad de la Educación (LLECE) de OREAL-UNESCO, publicados entre 2000 y 2008. Por otra parte, a efecto de identificar las fuentes fundamentales del marco conceptual y teórico por el que optamos, cabe destacar: “Matriz de indicadores para la evaluación de la formación en convivencia democrática y cultura de paz en la escuela” (Documento de Trabajo) de UNESCO y “Estudio de Evaluación de la situación de  los Consejos Escolares” de Asesorías para el Desarrollo, encargado por UNICEF.

A partir de la base de diagnósticos y estudio, surgieron nuestros aliados institucionales: UNESCO, el laboratorio Latinoamericano de Evaluación Educacional (LLECE) de OREALC-Unesco, UNICEF, Fundación Paz Ciudadana, CIDPA, entre otros.



El PCED se fundó y desplegó en torno a una relectura de los tres ejes definidos por UNESCO: 1) Participación expresada en el fortalecimiento y desarrollo de habilidades de liderazgo de los actores de la escuela, 2) incorporación y desarrollo de una Cultura de la Diversidad, entendiéndola como las distintas necesidades de aprendizaje (no solo de la educación especial), así como de aspectos identitarios y otros y, 3) incorporación y desarrollo de una Cultura de la Paz, entendiendo por ello la instalación y fortalecimiento de habilidades de comunicación (en relación al liderazgo y el liderazgo pedagógico).



La implementación del programa consideró tres etapas: una de instalación (2008) otra de consolidación intermedia (2009) y una de ajustes, consolidación avanzada y ampliación de coberturas (2010).

La Etapa I (2008) asumió tres líneas paralelas de desarrollo, las que, contrario al abordaje tradicional por etapas, consideró la realización de jornadas por estamentos escolares con el abordaje de un conjunto de temas atravesados por el eje del liderazgo en general y pedagógico en particular. También se consideró un trabajo de relevamiento y fortalecimientos de redes, incluyendo un trabajo con servicios públicos, para fortalecer o instalar colaboración de redes en las comunidades escolares, a partir de los objetivos y ámbitos de las distintas entidades y en pro de sus requerimientos. Junto con estas acciones, se trabajó con los datos de autodiagnóstico derivados de los PME SEP y Media.


En la Etapa II (2009), el programa se alineó fuertemente con el Modelo SACGE y su expresión en los Planes de Mejora de básica y media, permitiendo identificar en que líneas se debía avanzar, qué corregir y cómo apoyar el proceso de implementación de los planes en una perspectiva temporal que va del 2009 al 2012. Se diseñaron o probaron instrumentos específicos, validados por comités de expertos y probados en aplicaciones piloto; cabe destacar dos: la Matriz de Indicadores de Convivencia de Unesco (Piloto con UNESCO y UPLA) y la Matriz de Certificación de Consejos Escolares (UNICEF/ Asesoría para el Desarrollo).

Al finalizar esta etapa ya existían fuertes constataciones de los aciertos y debilidades de dos años de implementación de la iniciativa, el estado del programa fue resumido del siguiente modo por una mirada externa: “en el caso de la Región de Valparaíso, con fondos provenientes de la Unidad de Transversalidad del Ministerio de Educación, el año 2008 se puso en marcha, desde la Coordinación Regional de Extraescolar, un Programa de Convivencia Escolar Democrática (PECD) que interviene a través de los distintos actores educativos (apoderados, profesores, estudiantes, directivos), por tanto, opera bajo el supuesto de que el CE es el espacio natural que reúne a estos actores en cada comunidad educativa. De este modo, convoca a los CE a jornadas temáticas de convivencia escolar e incluso desarrolla una incipiente iniciativa de Certificación de estos organismos. Lo que resulta destacable de esta experiencia es que ésta constituye, dentro de las acciones observadas en regiones, la única acción continua, vale decir, no aislada ni puntual, sino que se inserta en una política más amplia que tiene objetivos, fases y acciones concretas”. 

 

Con estos elementos, abordamos la Etapa III (2010), hasta el punto en que el programa fue truncado; el cambio de gobierno y de autoridades, con su correlato a nivel regional, implicó, en primer término una persistencia sin evaluación ni pronunciamiento sobre el programa (a pesar de haber sido presentado a las nuevas autoridades y de ratificar algunas actividades del mismo); finalmente, sin mediar evaluación alguna ni manifestación explicita directa, se reubico a los responsables del mismo en otras funciones (posteriormente incluso con traslado desde el nivel regional al provincial) y, los compromisos tanto internos como externos del programa quedaron trunco; tan solo, nunca más se hablo de él.

Al finalizar esta etapa ya existían fuertes constataciones de los aciertos y debilidades de dos años de implementación de la iniciativa, el estado del programa fue resumido del siguiente modo por una mirada externa: “en el caso de la Región de Valparaíso, con fondos provenientes de la Unidad de Transversalidad del Ministerio de Educación, el año 2008 se puso en marcha, desde la Coordinación Regional de Extraescolar, un Programa de Convivencia Escolar Democrática (PECD) que interviene a través de los distintos actores educativos (apoderados, profesores, estudiantes, directivos), por tanto, opera bajo el supuesto de que el CE es el espacio natural que reúne a estos actores en cada comunidad educativa. De este modo, convoca a los CE a jornadas temáticas de convivencia escolar e incluso desarrolla una incipiente iniciativa de Certificación de estos organismos. Lo que resulta destacable de esta experiencia es que ésta constituye, dentro de las acciones observadas en regiones, la única acción continua, vale decir, no aislada ni puntual, sino que se inserta en una política más amplia que tiene objetivos, fases y acciones concretas”.  Si bien este puede ser un resumen evaluativo externo, también cabe consignar que se hicieron evaluaciones internas del programa, tanto de orden cuantitativo como cualitativo, las cuales, por ejemplo, llevaron a reformular el diseño del mismo entre 2008 y 2009, cambiando las jornadas por estamentos (profesores, asistentes de la educacion, alumnos, apoderados) por jornadas con los consejos escolares y, distinguiendo dos tipos de establecimientos y líneas de trabajo: los tipo “A” que habían participado en un nivel alto cuantitativo y cualitativo y los de tipo “B” que habían sido irregulares en ambas categorías y requerían una nivelación; también se decidió no introducir un crecimiento de cobertura sino hasta la Etapa III (2010). Las dos evaluaciones externas del programa son las que dicen relación con las etapas previas a definir un trabajo con UNESCO (Piloto de la Matriz de Convivencia Escolar) y con UNICEF (participación prioritaria en el estudio sobre Consejos Escolares y diseño de Matriz de Certificación de CC.EE.).


Desde allí, y mediando un paréntesis temporal relativo (segundo semestre de 2010), se retoma de forma individual a contar del año 2011, fundado en la convicción de una constatación concluyente: que la convivencia escolar persiste en ser abordada en forma reduccionista y simplificada, lo cual se expresa en los diagnósticos y planes de los PME-SEP, con focos puntuales recurrentes, casi siempre de forma desarticulada e incompleta entre sí y otras áreas del modelo. Es a partir de esta constatación y de la experiencia vivida en el PCED, que surge la convicción que el Área de Convivencia viene a ser una posibilidad de articulación del modelo, con fundamentos y aspectos concretos relevantes que ya han sido identificados en el curso de este programa (2008-2010) y sus proyecciones (2010-2013).



Alfredo Rojas (UNESCO)

Daniel Contreras (UNICEF)

(Archivo comprimido)

Ponencia V Congreso Iberoamericano de Violencia Escolar
Santiago de Chile, Junio 2013




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